- Juan Arias, Almudena Fernández y André Santos imparten diferentes ponencias en el Máster en Desarrollo, Producción y Fabricación de Medicamentos (MFIR)
Las patentes farmacéuticas son, sin duda, uno de los temas más interesantes dentro de la propiedad industrial. Así pudieron comprobarlo los alumnos del “Máster en Desarrollo, Producción y Fabricación de Medicamentos” (MFIR) organizado por ESAME Pharmaceutical Business School gracias a expertos de ABG Intellectual Property.
24 alumnos con diferentes estudios de la rama de Ciencias de la Salud forman parte de la séptima promoción de esta formación. Desde ABG Intellectual Property, por nuestra parte, llevamos colaborando con ESAME Pharmaceutical Business School desde 2010 como parte de nuestro compromiso divulgativo.
Las patentes farmacéuticas y sus particularidades
En esta ocasión, las ponencias en el Máster en Desarrollo, Producción y Fabricación de Medicamentos (MFIR) se han repartido en dos sesiones formativas que se han celebrado los días 28 de octubre y 2 de noviembre.
En la primera de ellas, André Santos, asesor técnico en el departamento de Química de ABG Intellectual Property, hizo una introducción a los sistemas de patentes y apuntó que uno de los requisitos de patentabilidad es la novedad de la invención. Para poder comprobar que se cumple dicho requisito, André explicó a la audiencia qué bases de datos de patentes existen y cómo comprobar en ellas que se cumple con el requisito.
A partir de aquí, las intervenciones de los miembros de ABG Intellectual Property estuvieron centradas en el terreno específico de las patentes farmacéuticas. En este sentido, Almudena Fernández, socia de ABG en el Departamento de Química, aclaró que los métodos terapéuticos no son patentables en Europa, pero sí lo son los productos para su uso en dichos métodos. También señaló que hay dos formas de protección:
- “Primer uso médico”: protege el uso de un compuesto conocido en el tratamiento de cualquier enfermedad: “Sustancia o composición X para su uso en medicina”
- “Segundo uso médico”: protege el uso de un compuesto conocido en el tratamiento de una enfermedad concreta: Sustancia o composición X para su uso en el tratamiento de la enfermedad Y”
El Certificado Complementario de Protección (CCP)
En cuanto a las patentes de medicamentos, es decir, de principios activos, Almudena Fernández explicó la figura del Certificado Complementario de Protección (CCP) y la Extensión Pediátrica. “El CCP compensa el tiempo de explotación de la patente que pierde el solicitante por requisitos normativos y puede suponer una protección de hasta 5 años más después de la caducidad de la patente”.
Según comentó Almudena Fernández, la normativa también recoge que, en el caso de medicamentos pediátricos, ese plazo máximo podría ampliarse 6 meses más si se solicita la llamada Extensión Pediátrica.
En la segunda jornada, los estudiantes del MFIR de ESAME se beneficiaron de la experiencia de Juan Arias, uno de los socios fundadores de ABG Intellectual Property, que fue examinador de la European Patent Office (EPO). Juan les presentó casos prácticos reales de litigios de patentes farmacéuticas a través de los que pudieron comprobar la importancia de una correcta redacción de las reivindicaciones de una patente, las diferentes posibilidades de ejercer una acción legal contra un infractor, cuándo se interpreta que ha habido una infracción de una patente, etc.
En ABG Intellectual Property contamos con una larga trayectoria en el campo de la propiedad industrial, y las patentes farmacéuticas son parte de nuestra identidad desde los inicios de la firma. Compartir nuestros conocimientos con futuros profesionales forma parte de nuestro compromiso divulgativo y nos enorgullece contribuir a su formación.
